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viernes, 6 de septiembre de 2024

MANIFESTANDO TUS DESEOS

 



MANIFESTANDO TUS DESEOS

 

Vemos muchos anuncios en redes sociales que nos indican ¿Cómo hacer para manifestar tus deseos? O, manifieste sus deseos en pocos pasos.  Algunas veces nos dicen que tienen la fórmula mágica para manifestar tus deseos.

 

Sin embargo, todas esas fórmulas se quedan en buenas intenciones, pero no pasan de allí.

 

Y te preguntarás ¿Por qué?

 

La respuesta que te puedo ofrecer es: Para manifestar tus deseos tienes que permitir que fluya la energía, limpiar los canales energéticos y lograr que puedas manifestar en primer lugar tu intención, para que a través del proceso creativo, se convierta en una realidad física.

 

Lo que aparece en la realidad física es energía condensada, resultado de nuestros deseos.

 

Comencemos por entender: ¿Qué es un deseo?

 

El deseo es un pensamiento de algo que aspiramos se presente en nuestra realidad física.  Ese afán parte de una necesidad o motivación que sentimos es importante. Hay anhelos que provienen de una manifestación superior, por ejemplo la “voluntad divina”. Esos deseos se cumplen sí o sí.

 

Pero pueden existir otras intenciones que aparecen resultado de nuestra particular interpretación de la realidad, que nos obliga a cambiar aquello que vemos para tratar de alcanzar esas metas.  El primer obstáculo que tienen que vencer esos deseos son nuestros juicios, creencias o patrones establecidos.

 

¿Por qué digo esto? Porque es relativamente fácil desear, pero si creemos que es imposible alcanzarlo, seguramente no podremos lograrlo. Existe un impedimento, nuestra falta de confianza. En este caso, la intención se enfrenta a una creencia que afirma que es inviable alcanzar aquello que anhelamos, y vista esa afirmación, con seguridad no podremos alcanzar nuestro objetivo.

 

Si seguimos bajando en los niveles de manifestación energética, supongamos que hacemos nuestro trabajo pero aún el juicio permanece activo, entonces se va a enfrentar a una emoción que siente que hay una amenaza, una posible pérdida, es injusto ese deseo, no somos lo suficientemente buenos, me da vergüenza pedirlo, siento que no lo merezco, etc.  Una cualquiera de esas razones activa una emoción que cuestiona el pensamiento, nuestro deseo y finalmente es abortado a nivel emocional, de una forma u otra, porque se siente amenazante o incorrecto.

 

Por tanto, la energía que este deseo tiene no es suficiente para manifestarse a nivel físico, y como consecuencia nos frustramos porque el deseo no se convierte en realidad.

 

Pensamos que es nuestra responsabilidad, con toda razón, porque de forma inconsciente somos nosotros quienes no permitimos que las cosas ocurran.

 

En primer lugar, si quieres algo, tienes que desearlo con fuerza, es decir tienes que creer que es posible aunque la idea te parezca una locura.  El problema de manifestar el deseo no es tuyo, es del Universo. El Universo está allí para servirte. El inconveniente es que tú no crees en ello.  Todo es posible si eres capaz de creer en ti.

 

Cuando estés seguro de ti mismo, comenzará a moverse la energía que hace posible tu anhelo.  Incluso, si piensas que es necesario que se cumpla la ley de acción y reacción, es muy posible que tu deseo se limite.

 

¿Por qué? Porque el mundo no funciona como nosotros creemos, sino como es.  Existe una infinita cantidad de posibilidades que hacen posible cualquier realidad.  Si te sitúas en la línea de tiempo de tu intención, lo estás dando por hecho y resulta entonces que el Universo va a buscar la forma de que eso que tu das por hecho comience a ordenarse. ¿Cómo lo hace el Universo? No tengo una explicación racional, pero simplemente obedece a tus designios.

 

Por supuesto, si no crees en los resultados, el Universo también te va a complacer. Así que te pregunto: ¿Qué pierdes con intentarlo?

 

Para que funcione es necesario que tus canales energéticos estén limpios y que la energía pueda fluir a través de ellos para alcanzar tus metas.

 

¿Qué hace que los canales energéticos no estén limpios? Nuestras creencias, patrones, emociones, sentimientos, etc.

 

¿Cómo limpiar esos canales energéticos?

 

Puedes hacerlo de distintas maneras, trabajando lo distintos niveles que tenemos en la lámina:

 


Nuestro nivel físico podemos trabajarlo a través de ejercicios energéticos que nos ayuden a  mover la energía.

 

En el nivel emocional, desarrollando inteligencia emocional que nos permita reconocer y manejar nuestras emociones, evitando que se conviertan en limitantes, o que generen reacciones inesperadas.

 

A nivel mental evaluando los patrones o creencias restrictivas que afectan nuestras decisiones y que evitan que podamos avanzar con las intenciones.  Reconocer estos juicios es un proceso arduo, porque es posible que estemos tan acostumbrados a vivir con ellos que seamos incapaces de percibirlos.

 

A nivel espiritual conectándote con el Ser y reconociendo el sentido de nuestra existencia, que de hecho se manifiesta continuamente para alcanzar nuestros deseos.  La voluntad de Dios y la tuya son una y la misma.

 


Hay un dicho que reza: No hay almuerzo gratis. Todo implica esfuerzo. En este caso es importante entender cómo manifestar la energía a fin de poder hacer realidad lo que queremos. Eso significa mantener limpios los canales y permitir que se manifieste aquello que deseamos desde el nivel espiritual a nuestra realidad física.

 

Si quieres aprender cómo hacerlo te invito a un taller en donde puedes trabajar tu energía vital y vivir en armonía.

 

Si te interesa o quieres más información escríbeme por esta vía.

 

CONTACTO:

 

Mi nombre es Francisco De Lisa.  Soy coach ontológico y médico tradicional chino. Mi intención es apoyarte con terapias alternativas para alcanzar el equilibrio energético en tu cuerpo. Si algo de lo que comenté te hizo sentido y consideras que puedo ayudarte, contáctame al correo fdelisa.coach@gmail.com.

                                                        

Si deseas seguir recibiendo información, te pareció valioso este artículo, o te interesa programar alguna consulta, comunícate conmigo por aquí o en Instagram @coachingbioenergetico. 


martes, 14 de noviembre de 2023

DEL JUICIO AL HECHO HAY MUCHO TRECHO

 


DEL JUICIO AL HECHO HAY MUCHO TRECHO.

 

Haciendo un juego de palabras, traemos este tema: Del juicio al hecho hay mucho trecho.

 

¿Qué son los juicios?

 

¿Qué son los hechos?

 

¿En qué se diferencian?

 

Los juicios son pensamientos, ideas, creencias, patrones, conductas aprendidas, condicionamientos, programaciones, etc., que resultan de aprendizajes del pasado.  Estos juicios han sido validados, y se auto confirman, llevando al individuo a considerar que son certeras verdades.

 

Sin embargo, los juicios son válidos o inválidos, y dependen, por supuesto, de las condiciones en las cuales se aplican.  Por ejemplo, supongamos que Juan es un estudiante que ha llegado tarde en las primeras clases del día, resultado de algunas complicaciones que ha sufrido en relación al transporte. Si alguien me preguntara por la puntualidad de Juan, y yo dijera que llega siempre tarde, estaría haciendo un juicio sobre él, resultado de mis observaciones, sin tomar en cuenta para nada factores externos que lo han afectado.

 

En este caso mi opinión sobre Juan, es sesgada y limitada a la observación que de él he hecho.  De emitir un juicio acerca de su impuntualidad, estaría dejando por fuera otros factores.  Por ejemplo, si mi clase es a primera hora de la mañana, y él llega tarde, es muy posible, que las clases posteriores, sea sumamente puntual.  En ese caso, mi opinión en relación a esa conducta no tendría nada que ver con la opinión que tiene otro profesor en relación a la puntualidad de Juan.

 

Como vemos, cuando tenemos una opinión que se somete a prueba varias veces, y los resultados son parecidos o los mismos, la mente que busca de no hacer esfuerzos innecesarios, crea un patrón y define un comportamiento.  Independientemente de los esfuerzos que Juan haga por cambiar dicho comportamiento, es muy posible que mi juicio permanezca inalterable, lo cual sin duda alguna indica que no estoy valorando apropiadamente al otro.

 


En general los juicios están asociados a emociones. Por ejemplo:

 

Juicios

Emociones

Amenaza

Miedo

Pérdida

Tristeza

Injusticia

Rabia, Ira

 

La emoción fortalece y retroalimenta al juicio. Es por ello que juicio-emoción se asocian de forma tal que aparece una y automáticamente se activa la otra.  En general, cuando aparece alguna de estas emociones básicas podemos buscar cual es el juicio que está detrás.

 

Ahora bien, realmente algo nos amenaza, o “creemos” que nos amenaza. Por ejemplo, si me deja mi pareja es posible que sienta miedo, porque se activa la “amenaza” de quedarme solo.  Eso puede llevarme a conductas reactivas que me hagan a reaccionar ante eso que creo que me puede afectar de distintas maneras.  Por ejemplo, puedo aceptar humillarme o ser sumiso para evitar el rechazo o el abandono.  Es posible que eso no sirva de nada. Pero entonces, puede que comience una lucha de poder, con alguien que tiene la capacidad de activar esos sentimientos de inseguridad en mí.

 

Ahora, ¿quedarme solo es una amenaza?

 

¿No podré conseguir a otra persona que esté dispuesto/a a convivir conmigo?

 

¿Qué es lo que creo me amenaza?

 

Otro ejemplo: si siento que hablar en público es algo que hago mal, porque cuando era pequeño y me enfrenté a un escenario, y fue un desastre, es probable que sienta miedo subir a un teatro.

 

Es posible que en aquel momento no estuviera preparado, o no tomé en serio esa actuación, y en particular, me dolieron las burlas de mis compañeros.  Pero, ¿Eso será así siempre?

 

Es decir, ¿No podré hablar en público, como resultado de algo que pasó en mi infancia?

 

¿Qué pasa si me atrevo? ¿Estaré tan amenazado que puedo morir?

 

¿Me siento tan vulnerable, que subir las escaleras y hablar al micrófono será imposible?

 

Ahora bien, ¿Vemos que estas emociones que probablemente registramos en algún momento de nuestra vida, se convierten en juicios limitantes que generan conductas defensivas, debido al miedo resultado de la emoción activada?

 


Y hay muchas otras posibilidades, así como otras emociones.

 

Entonces, ¿por qué le damos tanta importancia al juicio? Sobre todo si tenemos el poder de cambiarlo.

 

¿Qué impide que cambiemos?

 

¿Qué nos limita?

 

En cambio, cuando hablamos de hechos o afirmaciones, podemos comprobarlos. En este caso, son enunciados que tienen que ver con situaciones que podemos validar y verificar, si son verdaderas o falsas.

 

Por ejemplo, puedo decir: el agua hierve a 100ºC. y lo puedo verificar en cualquier lugar del mundo, con un termómetro.  Cual sería mi juicio, decir por ejemplo, que el agua hierve cuando está caliente. ¿Qué quiero decir? ¿Qué significa caliente? ¿100ºC, 95ºC o 110ºC?

 

Mi juicio puede ser válido, pero no es verdadero. El hecho es verdadero y válido. Normalmente los juicios se hacen sobre los comportamientos de las personas, mientras que las afirmaciones sobre fenómenos que podemos medir. Por cierto, esto que acabo de escribir es un juicio.

 

Cuando hablamos con juicios, fundamentalmente expresamos opiniones, las cuales pueden ser válidas o inválidas. Cuando hablamos de hechos, son pruebas en relación a lo que ha sucedido.

 

¿Ven la diferencia?

 

La verdad es relativa, me dirán algunos. Otro me dirán, la historia la escriben los vencedores, y esa es su verdad. Por cierto, estos también son juicios.

 

Es posible que eso sea válido.

 

Sin embargo, cuando hablamos de verdades incontrovertibles, son resultados de pruebas que hemos hecho. Si regresamos con Juan, para decir que Juan es impuntual, tendríamos que tomar una muestra de todos los compromisos que Juan tiene para determinar si es impuntual o no.  Lo más probable es que tenga una distribución estadística alrededor de algún punto. En cuyo caso podremos decir, Juan tiene una puntualidad de X + σ, siendo X su tiempo de puntualidad y σ la variación del mismo.

 

Ahora, ¿Juan puede cambiar? Claro que puede hacerlo.

 

¿El agua puede dejar de hervir a 100ºC?  No, al menos en la Tierra.

 

Entonces, Juan puede cambiar su conducta, el agua no.  Hemos hecho un juicio en relación a Juan, cosa diferente al enunciado de que el agua hierve a una temperatura determinada.

 

¿Podemos cambiar nuestros juicios? Sin duda.

 

Como seres humanos podemos cambiar los juicios; tenemos el poder de desarrollar nuevas ideas o pensamientos poderosos que nos permiten superarnos a nosotros mismos.

 

Y en tu caso, ¿Qué juicios sientes que te limitan?

 

CONTACTO:

 

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sábado, 4 de noviembre de 2023

JUICIOS Y MIEDOS

 



JUICIOS Y MIEDOS.

 

¿De dónde vienen los miedos?

 

Cuando sentimos que algo nos amenaza, es porque existe alguna creencia que nos hace pensar que podemos salir afectados si ella no se cumple.

 

Como dice un maestro, el miedo es una emoción mutable, es decir, puede convertirse en cualquier otra emoción que nos haga defendernos ante lo que percibimos es una amenaza a nuestra integridad.

 

Entendemos que esa emoción viene de algún juicio que hemos aprendido, que está presente en nuestro modelo de realidad, y como consecuencia, dicho patrón nos lleva a situaciones que perturban la paz.  Es por eso que en ciertos casos, adoptamos conductas recurrentes, que reproducen situaciones del pasado, que a veces nos cuesta entender. De alguna manera, significa que estamos atados a patrones que nos hacen reaccionar de manera particular, sobre todo cuando esos condicionamientos tienen que ver con el miedo.

 

Podemos preguntar: ¿Qué ocurre si dejo de tener juicios? ¿Qué sucede si los elimino?

 

¿Cómo los puedo eliminar y ver la realidad tal cual es?

 




¿Qué tal si simplemente vemos el presente tal como es?

 

Si nos ubicamos en el presente, en el aquí y en el ahora, ¿qué posibilidades tenemos de realizar juicios?  ¿Cuáles serían? ¿Sobre qué?  

 

Si por un momento, nos concentramos en la respiración, inhalamos y exhalamos de forma consciente, ¿desaparece el miedo?

 

Posiblemente sí. ¿Por qué? Porque estamos enfocando la atención en el aquí y el ahora. Atendemos lo que sucede, sin comparar con lo que creemos que debe ser o que debe suceder.  Es decir, estar en el presente es estar en un espacio libre de juicios.  Cuando hacemos eso, ¿Cómo nos sentimos?

 

¿Cuál es la experiencia?

 
¿Qué pasa con los miedos? ¿Desaparecen?

 

Los miedos que nos agobian son resultado de los juicios. Esto es, de la construcción de un modelo de realidad empleando nuestras creencias. Donde al enfrentar cualquier cambio de las mismas, nos lleva a pensar que podemos salir afectados y desaparecer.  ¿Por qué razón? No preguntamos, ¿si desaparecen los juicios, como haríamos para vivir en una realidad que no tiene límites? ¿En una realidad en donde todo es posible? En una realidad en donde las cosas no están atadas a una forma de ver el mundo en particular.

 


Es por eso que vemos, que quienes son capaces de romper los esquemas, son las mentes jóvenes que no están contaminadas con juicios limitantes. Son los que creen que todo es posible, ya que esos juicios aún no han germinado en sus mentes.

 

Sin embargo, muy posiblemente, con el tiempo, se convertirán en aquello que tanto criticaron, cuando esos pensamientos que además vienen de todos lados, afecten su manera de ver el mundo.

 

¿Cómo sería un mundo sin  juicios?

 

¿Te atreverías a probar?

 

Esa sería una fantástica manera de ponernos a prueba y salir de esa zona de confort en donde estamos acostumbrados a habitar.  ¿Por qué no lo intentamos?

 

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jueves, 2 de noviembre de 2023

LA REALIDAD ES NEUTRA

 


LA REALIDAD ES NEUTRA.

 

La realidad es neutra. Es como un lienzo en blanco, una hoja de papel lista para recibir las ideas que tengas a bien escribir.  Es como cuando un pintor dispone de un lienzo para dibujar aquello que tiene en mente.

 

Cuando Miguel Ángel esculpió el David, se enfrentó a una masa de mármol amorfa, y le fue dando forma, hasta que consiguió esa maravillosa escultura. Esa obra de arte estaba escondida en esa masa imperfecta de materia.  Eso también es crear a través de la realidad neutra.

 


La realidad puede ser lo que tú quieres que sea.  Solo depende de ti.

 

Si te identificas con una realidad con problemas, con escasez, enferma, esa es la que vas a tener frente a ti.  En cambio, si haces el esfuerzo de cambiar tu mirada y ver otras posibilidades, esas irán apareciendo conforme tú las vas convocando.

 

No nos damos cuenta de que estamos viendo el mundo de forma limitada. Cada mañana al despertar, tienes la oportunidad de hacer las cosas de manera distinta. Sin embargo, escoges identificarte con lo mismo, todo el tiempo.

 

Por tanto, si te identificas con eso, obviamente el resultado va a ser el mismo.

 

¿Qué sucede si cambias la forma de ver el mundo?

 

Cambiará la forma de tu mundo. Será diferente.

 

¿Es sencillo?

 

No lo es. Vale la pena el esfuerzo, sin duda alguna.

 

¿Qué te impide intentarlo?

 

Creo que ya lo sabes. Tus juicios. ¿Qué puedes hacer?

 

¿Qué tal si intentas cambiar? Un día a la vez. Y simplemente buscas de dirigirte a ese lugar que quieres. Como decía Lao Tze, el viaje más largo comienza con un paso. ¿Te atreves?

 

En este viaje, que es tu vida, tienes la oportunidad de hacer una obra de arte única y maravillosa.  Vale la pena hacer el esfuerzo. Al final, estarás satisfecho contigo mismo y con lo que conseguiste.

 


Hablan del propósito de la vida. Para mí el propósito es vivir a plenitud, en paz y alegría, agregando cosas buenas al mundo. ¿Y para ti que significa?

 

Por otro lado, Viktor Frankl dice, que el sentido de la vida es el sentido que ella tiene en ese momento.  No le busquemos otro. Simplemente haz lo que tienes que hacer de acuerdo con el sentido de tu vida en ese instante y lo que quieras alcanzar. Una de las cualidades que tenemos como seres humanos es que nos adaptamos a las circunstancias.   

 

Mantén tu paz y sé feliz.  Esa decisión depende de ti.

 

 

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lunes, 30 de octubre de 2023

LOS JUICIOS Y TU BIENESTAR

 



LOS JUICIOS Y TU BIENESTAR.

 

El Bienestar es un estado de equilibrio físico, energético, emocional, mental y espiritual.  Podemos decir que este estado es resultado de mantener todas esas variables apropiadamente conectadas.

 

Sin embargo, nuestros juicios nos afectan de manera tal que generan desequilibrios en nuestro estado, lo cual nos conduce a situaciones que podemos llamar de malestar o aún más grave de enfermedad.

 

Nuestros pensamientos generan desequilibrios que se reflejan en cambios que afectan las distintas dimensiones de nuestra vida.  Estos pensamientos afectan nuestra tranquilidad mental, nuestras emociones, el intercambio energético en nuestro cuerpo y por supuesto nuestro estado físico.

 

Cada una de las situaciones ante las que nos encontramos es resultado de algún pensamiento que se ha condensado en la realidad física que vivimos.

 

El pensamiento no tiene dimensión, ya que se mueve indistintamente del presente al pasado, al futuro y regresa sin que nada lo detenga. Las emociones son estados que vivimos en el pasado, cuyo recuerdo nos afecta de tal manera, que su solo recuerdo genera en nosotros reacciones físicas que pueden ser sumamente importantes.

 

Una emoción descontrolada, resultado de un pensamiento recurrente, puede generar afectar el estado físico de forma tal que aparezca una enfermedad grave.  Estos desequilibrios son responsables de la aparición de patologías que nos enfrentan a estados psicológicos tales como depresión, tristeza, frustración, episodios de rabia, celos, histeria, miedo, terror, adicciones, preocupaciones, etc.

 


A su vez, estos conducen a la afectación de nuestra salud física, resultado de la forma cómo podemos quedarnos pegados viendo el mundo a través de nuestras emociones.

 

Todo pensamiento tiene poder. Los pensamientos mueven montañas, literalmente. Y podemos usarlos en contra o a favor nuestro. Si cambiamos los pensamientos, muy probablemente cambiaremos la realidad, cualquiera que ella sea.

 

De allí lo importante de liberarnos de juicios que limitan nuestras posibilidades.  Podemos identificar dos tipos de ideas:

1.   Constructivas o expansivas.

2.   Destructivas o limitantes.

 

Dependiendo del poder que les otorgues a cada una de esas ideas o creencias, podrás cambiar tu realidad para bien o para mal.

 

Las creencias destructivas limitan tus reacciones, e impiden que seas capaz de salir de situaciones sobrevenidas.

 

Las creencias expansivas generan posibilidades y te ofrecen nuevas alternativas a la realidad.

 

Cuando te niegas a ver juicios o creencias, en cualquiera de esos casos eres capaz de ver la realidad como algo neutro, en otras palabras, lleno de posibilidades para construir soluciones posibles.

 

Algunas ideas.

 

Como tenemos el poder de usar nuestros pensamientos para potenciar nuestras reacciones, algunas cosas que podemos hacer son las siguientes:

1.   Trata de generar afirmaciones que te empoderen comenzando tu dia.  Cuando construyes en tu mente un discurso de reacciones posibtivas, la situación cambia.

2.   Deja de conectarte a las reacciones o juicios negativos.  Recuerda que las noticias malas venden más que las buenas, y la única intención que tienen es vender. Por lo tanto desconéctate de las noticias negativas que lo que hacen es restar.  Si tienes que enterarte de algo, seguro que lo harás.

3.   Trata de contemplar o meditar, por lo menos una vez al día. Haz un espacio de calma en tu jornada que te permita observar tus pensamientos. Recuerda que eres tú quien les otorgas el poder para modificar tu vida. Así como le das ese poder, también se lo puedes quitar.

4.   Haz ejercicios físicos frecuentemente, y suelta las tensiones acumuladas.  Desde una simple caminata, hasta ejercicios más sofisticados para mover energía. 

5.   Escucha música que te guste y deja que tu cuerpo se sintonice con ella. Permítele que se mueva a su ritmo y libera tus energías.

6.   Aprende a visualizar tus energías.

7.   Descansa todas las noches apropiadamente. Practica la higiene del sueño y trata de tener un sueño reparador.

8.   Come saludable. Cuida tu cuerpo. Aléjate de las bebidas y comidas toxicas. Recuerda que eres responsable de lo que ingieres.

 


Quizás estas ideas te parezcan conocidas. Lo importante es aplicarlas y mantener una buena salud. Recuerda que lo único que te acompañará a lo largo de tu vida es tu cuerpo, y tenerlo limpio y apropiadamente mantenido es lo importante.

 

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VIVIENDO SIN JUICIOS

 



VIVIENDO SIN JUICIOS.

 

Si entendiéramos la libertad que nos otorga deshacernos de todos los juicios que hacemos de forma constante, todo cambiaría.

 

La realidad es neutra.

 

Los únicos seres que interpretamos la realidad de forma peculiar somos nosotros, y eso proviene de nuestros aprendizajes.  Estos son específicos para cada individuo, por lo tanto, le dan una mirada única de la realidad, acorde con sus experiencias.

 

Es imposible entender lo que otro piensa, a menos que hayas vivido exactamente lo que él vivió, junto con todas sus experiencias.

 

Como eso no sucede, decimos, cada cabeza es un mundo, y cada juicio es exclusivo.

 

Cuando dejamos de juzgar, entendemos que somos parte de la experiencia de la Fuente o Inteligencia Universal.

 

Cada paso que damos tiene como objeto tener una vivencia específica de la Fuente.  Esa es la razón de estar aquí, vivir la experiencia.

 

Hemos aprendido a hacer juicios y además, a querer tener la razón. Tener la razón es imponer nuestra mirada particular a los demás, lo cual, se convierte en una falta de respeto con el otro, además de los innecesarios conflictos que genera.

 

Las creencias también definen mi zona de confort, ya que generan las fronteras que impiden ver las alternativas que existen, más allá de mis condicionamientos.

 

Cuando liberas tu mente de la necesidad de juzgar, o de imponer tu opinión, el mundo se abre ante ti, llenándote de posibilidades.

 

Inclusive, el juicio final es la liberación de todo juicio.

 

El juicio es el recuerdo del pasado.

 

Para poder juzgar debemos volver al pasado, porque el aprendizaje viene de allí. Si estamos en el presente, y soltamos lo demás, cuando aceptamos lo que sucede, y lo vivimos plenamente, no hay espacio para el juicio, pues todo es tal como debe ser.

 

Haz la prueba:

 

Solo por un día, por unas horas, deja de juzgar. Deja que todo suceda como debe suceder, y disfruta lo que pasa, sin emitir opinión. ¿Cómo te sientes? ¿Qué pasa cuando aceptas lo que sucede tal cual es?

 

Algunas ideas:

 

1.  Todos somos libres por derecho propio.

2.   Libera tu mente de juicios y opiniones.

3.   Cada quien es dueño su propia experiencia.

4.   Nuestros aprendizajes son particulares y únicos.

5.   Cada quien es libre de tomar sus propias decisiones.

6.   Suelta los juicios y contempla las posibilidades.

7.   Vive en el presente, en el aquí y el ahora.

 

 

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