Mostrando las entradas con la etiqueta tiempo. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta tiempo. Mostrar todas las entradas

lunes, 18 de marzo de 2024

TIEMPO Y VIDA

 



TIEMPO Y VIDA.

 

Hay dos conceptos universales que compartimos los seres humanos. Uno de ellos es el dinero y el otro es el tiempo.  Desde pequeños, aprendemos muchas ideas que están alrededor de ambos conceptos y que nos acompañan toda nuestra existencia.

 

Esas ideas se establecen en nuestra mente como por ejemplo:

1.    El tiempo es oro.

2.    No debes perder el tiempo.

3.    El tiempo pasa volando.

4.    Aprovecha al máximo el tiempo que tienes por vivir.

5.    Etc.

 

Nos hablan de productividad, como una relación del trabajo realizado versus el tiempo transcurrido, y nos hacemos conscientes de otros conceptos que están ligados como la eficiencia y la efectividad.  Aprendemos a gestionar el tiempo, ya que como el tiempo es oro, gestionar el tiempo es cómo manejar tu propia fortuna, etc.

 

Ese tiempo que muchas veces vemos como algo que se va agotando, nos relaciona con la idea de la escasez, de la cual también forma parte nuestro concepto del dinero. Un concepto mundialmente aceptado, que de alguna forma identifica nuestra civilización y que permite el intercambio de mercancías por monedas, billetes o valores.  de allí salen otras ideas como por ejemplo asociar el dinero a quién eres cuando te dicen: dime cuanto tienes y te diré cuanto vales, o entonces nos gusta manipular a las sociedades y separamos a los que tienen dinero, de aquellos que no lo tienen, y pasan su vida compitiendo por ver quien acumula más dinero.  O inclusive la diferencia que se hace entre el dinero que tu ganas y el del estado que se distribuye de acuerdo a ciertos criterios muy particulares, distribuido por personas que se atribuyen el derecho de gastar el dinero de todo un pueblo para enriquecerse a costillas de ellos, etc.

 

De nuevo, la idea es la misma, vender un concepto que nos ancla a la idea de la escasez y que nos hace trabajar sin descanso para alcanzar lo imposible, porque nunca será suficiente.

 

Lo mismo es con el tiempo. No importa el tiempo que dispongamos; no será suficiente. Y tenemos que preguntarnos: ¿Por qué?

 

Quizás la respuesta a esta pregunta puede venir de la mano de abandonar nuestras viejas ideas acerca de ambos conceptos e intercambiarlas por algo más amplio como la verdadera abundancia.  No hay problemas con el tiempo cuando el presente es lo único que tienes. La preocupación del tiempo viene a la mente, cuando piensas en el pasado o en el futuro. Pero cuando eres capaz de anclarte a este momento, entonces no hay problema de tiempo, porque estás viviendo en él.

 

Lo mismo podemos decir del dinero. El problema no es cuanto tengas en un momento dado, sino si puedes satisfacer tus deseos atados al dinero. Mientras más deseos le compres a esta sociedad, más difícil será tener suficiente dinero para satisfacerlo. Es imposible que en una sociedad que se basa en el mercadeo, exista suficiente dinero para satisfacer los deseos de todas las personas.  Entonces, que pasa si entendemos que tenemos en el presente todo lo que necesitamos para ser verdaderamente felices. El problema es que no lo reconocemos.  ¿A qué se debe? A que de alguna manera buscamos de llenar todos nuestros deseos con el dinero, y no con la verdadera felicidad que es hacer aquello que tiene significado para ti.

 

Hay quien dice que haz lo que amas, y nunca sentirás que estás trabajando. Ya que cuando haces lo que amas, simplemente estas en lo que podemos llamar el “flow”. Si además, eso que haces significa algo para los demás, ellos estarán dispuestos a invertir dinero en eso que tú haces que a ellos les gusta, les llena, les satisface, etc. 

 

Entonces, estar en el presente y hacer lo que tiene significado para ti es fundamental para tener una vida plena y satisfactoria, y no tiene nada que ver con los conceptos de escasez o limitación que nos han vendido desde hace mucho tiempo.  Por ejemplo, hay quienes aún hoy en pleno siglo XXI nos hablan de unas teorías marxistas que se refieren al valor de trabajo y a la plusvalía del trabajador. ¿Qué significa eso en el mundo de hoy? ¿Tiene sentido?  O más bien es una manipulación inútil de una historia que lo que hace es seguir manipulando al otro empleando el resentimiento.

 

Hoy día, ya no hablamos de capital, tierra, trabajo.  Hablamos de datos, información, manejo de datos.  Eso es lo que tiene significado hoy día.  Por lo tanto el discurso debe cambiar para adaptarse a nuevas ideas que por otro lado dependen de la capacidad creativa de los humanos y sus posibilidades de emplear la tecnología a su favor.

 

La humanidad está cambiando de rumbo a una velocidad espeluznante. Ya las realidades se manejan de forma diferente. Internet conecta a todo el planeta a través de su tejido transparente.  El internet nos ha permitido conectarnos con cualquier lugar de la Tierra sin importar tiempo y espacio. Hoy podemos colaborar con personas de distintos lugares y con distintos idiomas. El mundo del futuro ira de la mano de aquellos que estén dispuestos a crecer en estos nuevos ambientes, cada vez más retadores y cambiantes.  El tiempo cambia su dimensión cuando ahora hablamos de ambientes VICA (volátiles, inciertos, complejos y ambiguos) y posiblemente hemos acuñado ese nombre para diferenciar el tiempo lineal que estamos acostumbrados a manejar y todo lo que conocemos como causa y efecto.

 

Hoy día hablamos de sincronicidades, eventos que se generan de forma casual más que causal. También la mecánica cuántica nos habla de un mundo de posibilidades más allá que el determinismo mecanicista racional.  Estos conceptos relativista cuántico, el movimiento de la energía y los cambios que podemos obtener cuando somos capaces de cambiar lo necesario que es nuestra forma de pensar nos acerca a un mundo de infinitas y desconocidas posibilidades, que no depende por supuesto de tierra-capital-trabajo.

 


EL TIEMPO Y LA ENERGÍA.

 

Podemos entender el tiempo como una medida de la transformación de la energía.  Es un principio base que la energía no se crea ni se destruye, solo se transforma.  Ese proceso de transformación es constante y continuo, es decir, la energía siempre está modificándose.

 

Para entonces medir la transformación de la energía podemos intentar hacerlo con algo que entendemos como tiempo.  Que al final lo que significa es que algo cambió.

 

Realmente, ¿tendría sentido hablar del tiempo si no variara la energía?

 

De hecho, todo lo que mide el tiempo, consume energía. De forma continua y constante, por lo cual puede medir esa diferencia.  ¿Medimos lo que sucede? ¿O más bien medimos lo que le sucede al reloj que transforma esa energía?

 

Entonces, en ese orden de ideas, el tiempo lo que mide es la transformación de la energía, de un estado a otro.  Y esos estados, siempre son estados de equilibrio, normalmente dinámicos, ya que los mismos seguirán variando constantemente.

 

Eso nos lleva a hablar del yin y del Yang de la antigua china, en donde esos elementos opuestos interactúan de forma constante, transformándose uno hacia el otro, y viceversa, hasta que se extinguen, y vuelven a aparecer. La variación de esa continua manifestación de energía es lo que podemos medir como tiempo.

 

El tiempo lo hemos internalizado tanto, que le podemos dar dos sentidos poderosos.  Podemos estar inmersos o asociados en el tiempo y vernos en él. O podemos ver el tiempo como algo que transcurre externo a nosotros, en cuyo caso estamos disociados de él. Cada una de esas formas de ver el tiempo, cambia en nosotros la manera de percibir la realidad, y genera o limita posibilidades.

 

Cuando estamos asociados al tiempo, decimos que estamos en un estado Kairos. Entendemos este estado como que estamos envueltos en el tiempo, donde el pasado, presente y futuro están frente a nosotros de forma vívida.  En dicho caso, podemos sentir las emociones a flor de piel como si estuviéramos atravesando por el proceso en este mismo instante. En otras palabras, vivimos el pasado desde el presente y el futuro lo sentimos en este instante.  Lo que puede traer esto como consecuencia es que no aprovechamos el tiempo ya que estamos en un vaivén de un lado a otro, arrastrados por nuestros recuerdos o por la imaginación.  Las personas que están asociadas al tiempo o en estado Kairos emplean con frecuencia frases como: aquí y ahora, él ahora es lo que cuenta, meterse en el recuerdo, todo el tiempo del mundo, no te apures, hay tiempo para todo, tómalo con calma, disfruta del momento, etc.  Para estas personas el tiempo es como una gran burbuja en donde se sienten partícipes del mismo, pero les cuesta desconectarse del mismo y hacer cambios. Sobre todo en relación a sus recuerdos que los atan al pasado.

 

Las personas que están disociadas del tiempo, que también les llamamos en estado Cronos, son aquellas personas que ven el tiempo fuera de sí, lo ven como algo que sucede fuera de ellos. Tratan de definir exactamente esos espacios y son capaces de emplearlos para planificar o gestionar el empleo del tiempo.  Algunas expresiones que manejan son: planear, organizar, programar, puntualidad, el tiempo es oro, el valor de cada minuto, ahorrar tiempo, invertir tiempo, no tengo tiempo, las cosas a su tiempo, etc.

 

Estas personas, no reconocen el poder del ahora y pasan la vida en una eterna carrera, persiguiendo la zanahoria para alcanzar sus metas y ser más eficientes, eficaces y productivos.  Les cuesta desconectar, e inclusive no pueden disfrutar del tiempo libre, porque para ellos eso no existe. El tiempo está completamente planificado.

 

Al final, el tiempo es un estado de percepción del individuo, condicionado por los aprendizajes que ha tenido a lo largo de su vida. En cualquier caso puedes usar esos aprendizajes a tu favor o en tu contra.  Depende de cómo lo manejes. Lo cierto es que la forma como aprendiste a ver el tiempo tiene que ver con el significado que tiene el mismo para ti.

 

 


LÍNEAS DE TIEMPO.

 

Por otro  lado, hay quienes nos hablan de líneas del tiempo, pero de acuerdo con la línea de pensamiento que tenemos, también podemos entender que es una línea de energía.  De acuerdo con la mecánica cuántica, la energía se incrementa o reduce por cuantos, es decir, la energía no es continua sino que se encuentra en ciertos estados. De allí que podemos cambiar nuestras posiciones energéticas cambiando la forma como procesamos la energía.

 

Eso también nos hace mirar que si añadimos o restamos energía, podemos cambiar el estado en el que nos encontramos.  ¿De dónde sale esa energía?

 

La energía puede ser algo muy sutil, como lo son nuestros pensamientos, o algo muy denso como puede ser una roca, o una placa de titanio.  El tema es, cómo transformamos la energía para movernos de un lugar a otro dentro de ese espectro energético.

 

Somos capaces de manifestar energía cuando tenemos la voluntad de hacerlo. Algo de lo que disponemos es de la libertad de interpretar y de cambiar dichas interpretaciones, a lo cual se le ha dado el nombre de libre albedrio.  De nosotros depende que hagamos con la energía que disponemos. Podemos usarla para quedarnos atados a situaciones que nos limitan. O podemos emplearlas para saltar de un estado de menor satisfacción a otro de mayor satisfacción, o viceversa. Depende de nosotros.

 

CONTACTO:

 

Mi nombre es Francisco De Lisa Soy profesor, emprendedor y coach. Me dedico a apoyar, asesorar, entrenar, hacer mentoría y coaching a individuos, emprendimientos y organizaciones.  Misión: conectar con la Abundancia.   Quiero crecer contigo. Cada sesión, facilitación o entrenamiento es un aprendizaje. Si algo de lo que comenté te hizo sentido, y consideras que puedo ayudarte, contáctame por francisco@cybernotas.com.

 

Si quieres un diagnóstico, una consulta o te interesa formarte en estas ideas de Coaching Bioenergético, estoy preparando un entrenamiento para aquellos que deseen aprender estas técnicas y herramientas.  Contáctame indicando tu interés.

 

Si deseas seguir recibiendo información, te pareció valioso este artículo, o quieres tratar algún tema particular, me encantaría recibir un comentario tuyo en el blog o al correo. Puedes seguirme por aquí, en la página web www.coaching-negocios.com, en Instagram por @cybernotas.blog,  o Youtube por el canal @cybernotas. Con gusto te mantendré informado de nuestras novedades, artículos, entrenamientos y noticias.


lunes, 13 de noviembre de 2023

EL TIEMPO QUE VIVIMOS

 


¿PODEMOS PERDER EL TIEMPO?

 

Obviamente Si podemos hacerlo.

 

Ahora bien, el espacio de tiempo que tenemos es único y no es renovable, por lo tanto si lo perdemos, no habrá manera de recuperarlo. ¿Cómo lo perdemos?

 

¿Qué cantidad de tiempo disponemos?

 

No sabemos. Tenemos un tiempo de vida, pero desconocemos la duración del mismo. Por lo tanto, depende de nosotros aprovecharlo de la mejor manera posible.

 

¿Podemos recuperar el tiempo?

 

No se puede. Sin embargo, cada espacio forma parte de la experiencia de vida, y podemos aprovecharlo como lo que es, parte de nuestro aprendizaje.

 

¿Podemos vivir en el pasado?  ¿Vale la pena?

 

Por supuesto que podemos vivir en el pasado. De hecho, cuando recordamos, nos mudamos al pasado, viviéndolo en el presente, ya que la única manera en que podemos contarnos esa historia es en el presente. En otras palabras, revivimos el pasado en el presente, y también imaginamos el futuro en el presente.  Es decir, el pasado y el futuro solo existen en el presente.

 

El pasado que te cuentas está lleno de historia.  Y es justamente esa historia la que crea el tiempo. ¿Qué pasa cuando sales de la historia? Dejas entonces de vivir en el pasado y vives en el único espacio de tiempo en el que puedes vivir a plenitud que es el aquí y el ahora.

 


Ahora bien, ¿si cambiamos la historia, podemos modificar el tiempo?

 

El tiempo está construido sobre la idea de la causalidad. Para que haya presente debió haber sucedido el pasado, y vendrá el futuro. El tiempo lo entendemos como un evento lineal que fluye desde el pasado al futuro.

 

Lo interesante es que ninguno de los dos existen, ni el pasado ni el futuro. Solo existen de forma particular en la mente que crea la historia que nos contamos o la que queremos vivir.

 

Cada uno de nosotros tenemos una manera particular de archivar, organizar y dividir este concepto tan subjetivo como lo es el tiempo.  En dicha línea del tiempo se organizan las experiencias de las personas.  De esa forma identificamos si un recuerdo es parte de una experiencia pasada o se trata de un sueño futuro. Si eso no fuera así, ¿Cómo podríamos distinguir entre un recuerdo futuro y uno de la niñez?

 

Tenemos dos maneras de organizar el tiempo:

1.   Nos disociamos del tiempo, es decir vemos pasado, presente y futuro como si estuvieran fuera de nosotros. Con una mirada podemos identificar como se mueve ese tiempo. Los márgenes están limitados, definidos con absoluta precisión. Podemos planear, organizar, programar, hacer pautas, etc. A este modo de ver el tiempo fuera de nosotros le llamamos CRONOS. El tiempo es oro, el valor de cada minuto, ahorra tiempo, invertir tiempo, las cosas a su tiempo, no tengo tiempo, son algunas de las expresiones de cuando te encuentras disociado en CRONOS.

2.   Cuando estamos asociados al tiempo, o KAIROS, revivimos las sensaciones que experimentamos en ese momento, tal y como si estuviésemos viviéndolas en este instante. La persona está inmersa en el recuerdo o en lo que imagina, sin distinguir exactamente dónde se encuentra, en el pasado, presente o futuro.  En este caso, el tiempo lo está atravesando, y lo vive plenamente, en un estado de presente continuo en donde no existen límites temporales. Algunas expresiones del tiempo en este estado son: aquí y ahora, vivir en el presente, él ahora es lo que cuenta, meterse en el recuerdo, todo el tiempo del mundo, no te apures, hay tiempo para todo, tranquilo, tómalo con calma, la calidad de los momentos, disfrutar del momento, etc.

 

Por supuesto, podemos estar a conveniencia asociados o disociados del tiempo. Cuando revivimos recuerdos de forma tal que involucramos emociones, estamos inmersos en el tiempo. Sin embargo, podemos tomar distancia de dicha experiencia, y verla con una mirada más amplia, que nos permita entender que existió un evento que originó un recuerdo, pero que no tiene por qué marcar nuestra existencia.

 

En KAIROS, nos involucramos. En CRONOS nos desapegamos de lo que sucede.

 


Podemos revivir un recuerdo, y generar un estado mental que refleje exactamente lo que sentimos en dicho momento.  Esto nos lleva a involucrarnos y experimentar situaciones de las cuales a veces cuesta desapegarnos. Pero eso tambien nos permite trabajar dichas sensaciones.

 

Por ejemplo, cuando vivimos una situación intensa, como por ejemplo un accidente, es muy posible que durante los días que siguen a la experiencia, estemos recordándolo de forma constante, y muy posiblemente estemos reviviendo todo lo que sucedió con lujo de detalles. Sin embargo, conforme pasa el tiempo, podemos desapegarnos, ver la experiencia desde la distancia, y marcar un espacio que nos permite reflexionar sobre lo que sucedió, y darle una valoración diferente.

 

Esto implica que podemos ordenar nuestros recuerdos o experiencias de forma distinta, es decir, podemos cambiar nuestras líneas de tiempo en un momento dado, y podemos usarlo en nuestro beneficio.

 

Si somos capaces de perdonar, y entender que aquello que creemos que sucedió de cierta manera, realmente no pasó tal como lo interpretamos, entonces todo lo que sigue cambia.  Es allí cuando comprendemos que podemos cambiar la historia, y conseguir explicaciones diferentes, lo cual nos permite ampliar posibilidades.  Es por ello que podemos usar el tiempo como un elemento que nos ayuda a aprender de lo que pasó, pero también podemos descartar y crear otras posibilidades.

 

Estamos acostumbrado a medir el tiempo, porque de alguna manera todo lo asociamos a él. De hecho, cobramos en función del tiempo, es decir, nos pagan por la cantidad de tiempo que destinamos a realizar alguna labor.  Usamos el tiempo que tarda la Tierra en girar sobre su propio eje, como la unidad de tiempo de referencia, con la cual medimos nuestra existencia.

 

Realmente el tiempo no existe físicamente. Es resultado de una apreciación subjetiva de la realidad. Nos hemos acostumbrado a pensar en términos de él.  Aprovechemos lo que nos ofrece; no seamos esclavos de su tiranía.

 


Emplea el tiempo a tu favor y genera valor a tu vida.  Asóciate o disóciate a conveniencia, para vivir de forma intensa en ciertos momentos, o soltar aquello que no necesitas, para seguir disfrutando del “presente continuo”. Marca la diferencia.

 

¿Te hace sentido?

 

 CONTACTO:

 

Si algo de lo que comenté te hizo sentido, y crees que puedo ayudarte, contáctame por cyber.media.integral@gmail.com, o por el correo: coachingnegocios1@gmail.com.

 

Si quieres seguir recibiendo información, te pareció valioso este artículo, o quieres que tratemos un tema en particular, nos lo puedes hacer saber a través de un comentario en nuestro blog o en el correo. Puedes seguirnos, ya sea por aquí, en nuestra página web www.coaching-negocios.com, en Instagram o Youtube por el canal @coaching.negocios. Con gusto te mantendremos informado de nuestras novedades, artículos y noticias.


MANIFESTANDO TUS DESEOS

  MANIFESTANDO TUS DESEOS   Vemos muchos anuncios en redes sociales que nos indican ¿Cómo hacer para manifestar tus deseos? O, manifieste su...