sábado, 28 de octubre de 2023

JUICIOS RELATIVOS ¿QUIÉN ES DUEÑO DE LA VERDAD?

 



JUICIOS RELATIVOS.
¿QUIÉN ES DUEÑO DE LA VERDAD?

 

¿A qué se deben los conflictos en el mundo?

 

Muchas veces me he hecho esta pregunta a lo largo de mi vida.  ¿Por qué nos cuesta entender al otro? ¿Qué estamos defendiendo que sea tan importante, que no podamos abrir nuestra posición? ¿Por qué cerrarnos ante lo nuevo? ¿Por qué nos cuesta aceptarlo?

 

Fundamentalmente es resultado de querer imponer el juicio de unos sobre otros.  No hemos aprendido, como seres humanos, que cada uno tiene derecho a tener su idea particular en relación a una situación, y que la misma es completamente válida y única, sin que nadie quiera, pueda, tenga o deba imponer ninguna condición sobre esa idea o juicio.

 

Todos los juicios o creencias son relativos, y dependen del observador que los esté emitiendo.  No existe un juicio único o verdadero.  Un juicio puede ser válido o inválido, pero no puede ser verdadero o falso. Va a depender en todo caso del observador y de su experiencia.

 

Cuando emitimos una idea o pensamiento en relación a una situación, es resultado de nuestra particular experiencia de vida, una interpretación muy personal, y está vinculada a los aprendizajes que hemos tenido en nuestra historia. Como esa existencia es muy particular, nuestros juicios también son completamente particulares, razón por la cual no necesariamente son compartidos por otros, o explican la realidad relativa que vive otra persona.  Por eso decimos que los juicios son relativos, y dependen del observador.

 



Cuando imponemos un juicio sobre otra persona, estamos invalidando la libertad de pensar y de sentir, tal y como él lo desea. Por supuesto, estamos en una sociedad, en la cual existen normas de convivencia que por el bienestar general debemos acatar, a fin de poder convivir en paz y armonía.  Sin embargo, eso no justifica violentar el privilegio que cada uno tiene a pensar como quiera, libremente.

 

Una cosa son los juicios particulares, otra muy distinta, son los juicios colectivos, en los cuales podemos llegar a acuerdos que permitan establecer  normas de convivencia. Por ejemplo, podemos estar de acuerdo con las leyes que imperan en una nación porque es una forma de convivir civilizadamente. Al igual que, podemos estar de acuerdo con las normas que nos impone un trabajo, porque tácitamente aceptamos esas condiciones cuando tomamos ese trabajo. Esa aprobación que hacemos, es a cambio de otros beneficios como son, la convivencia o la remuneración por un trabajo realizado.  De allí que aceptamos negociar nuestra forma de pensar en esos aspectos.

 


Podemos estar de acuerdo o no en lo que hacemos, pero nadie puede eliminar nuestro derecho a disentir y a manifestar el desacuerdo, y en caso de no estarlo de tomar la decisión de salir de esa situación.

 

Por ejemplo, tomamos la decisión de formar una pareja con otra persona, estableciendo una serie de condiciones de mutuo acuerdo. Si alguna de esas condiciones se incumple, tenemos todo el derecho de suspender dicho acuerdo sin generar mayores inconvenientes.  O si, la relación no cumple con las expectativas de uno o de los dos integrantes de la pareja. Simplemente, nuestra libertad está por delante de acuerdos que se hayan establecido.

 

De hecho, la libertad es, sin duda, otro juicio particular. El concepto de la libertad es diferente para cada persona. Para uno, tiene que ver posiblemente con su opinión, mientras que para otros con la libertad de hacer o tener lo que deseen. También puede ser la “libertad” de incumplir los acuerdos, a pesar de haberlos realizado.  Y aquí podemos definir otro juicio, como por ejemplo el compromiso. ¿Qué significa para ti esa palabra? ¿Cómo condiciona tu libertad el compromiso?

 

Cuando por ejemplo, se imponen situaciones, se violenta el derecho que cada uno de los observadores tiene, de tener su propia opinión, y generar su propio juicio.  Por eso, la imposición, de donde sea que venga, sea esta política, social, económica, religiosa, cultural, etc. es completamente inconveniente.

 

¿Puede tener razón la mayoría, como pudiera plantearse en un supuesto esquema “democrático”? No necesariamente. Pero en este caso se establece un acuerdo, en donde hay un número de personas que manifiestan estar de acuerdo en una opinión, aun cuando no comprendan el significado de la misma. Es este caso, también podemos considerar la manipulación de las opiniones.  En esto último, los medios de comunicación se han convertido en artífices de la manipulación mediática, con miras a obtener ingentes beneficios como resultado de su actividad.

 

Por ejemplo, hay religiones o ideologías que quieren imponer una mirada particular del mundo, y pretenden establecer la supremacía de unos por encima de otros, violentando los derechos de los demás, justificándose en  escrituras o teorías obsoletas, y que por supuesto, no reflejan o explican lo que sucede hoy día. Que decir, por ejemplo, de regímenes políticos, autoritarios, que quieren imponer a la fuerza, su forma de ver el mundo, sin importarle las consecuencias o el sufrimiento de las personas que transitan ese régimen.  En el siglo pasado, el nazismo hitleriano, condenó a la muerte a miles de personas simplemente por llamarse “judíos”, y justificar a la raza “aria”. El régimen de Pol Pot en Camboya, en los años 70 del siglo pasado, asesinaba a otros, simplemente por usar “lentes”. Tenemos el fracaso de Cuba, un régimen político obsoleto, basado en la manipulación, que ha condenado a la miseria a todo un país. ¿Bajo cuales criterios estos dirigentes toman dichas decisiones?  ¿Cuál es la razón por la cual otras personas obedecen sus órdenes? ¿Son juicios particulares los que deben definir la realidad del otro, que por cierto, ni siquiera entiende? Los holocaustos han sido resultado de imponer juicios sin sentido, sobre la población, inhabilitándola y condenándola al sufrimiento, atendiendo ideologías desquiciadas, basadas en utopías, y en la conveniencia de la dirigencia, bajo la complaciente mirada de quienes viven a la sombra de la misma.

 

Todos los juicios, todos, son relativos. No existen juicios que describan la verdad.  Cada juicio es una aproximación a la verdad, pero solo eso.  Entender lo que eso significa, y compartir la mirada es lo que nos permite avanzar y crecer como seres humanos.

 


Existen mecanismos para desarrollar nuestras inquietudes. Cada uno de ellos permite que podamos compartir juicios y establecer mecanismos de conexión con el otro. Lo podemos hacer a través de las herramientas de la Ontología del Lenguaje como por ejemplo:

1.   La Escucha Consciente.

2.   Las Declaraciones Lingüísticas.

3.   Promesas.

4.   Peticiones.

5.   Ofertas.

6.   Conversaciones.

7.   Proposiciones.

8.   Indagaciones.

 

Adicionalmente, debemos tomar en cuenta las dimensiones del observador como son:

1.   Dimensión corporal.

2.   Dimensión energética.

3.   Dimensión emocional.

4.   Dimensión lingüística o mental.

5.   Dimensión espiritual.

 

Los juicios o creencias conforman un modelo de realidad muy particular para cada observador, que como vimos puede ser válido o inválido.  Quizás el único modelo de realidad en el que la mayoría podemos estar de acuerdo, es el que establece la ciencia, ya que es un modelo cuyas suposiciones, hipótesis o teorías pueden ser probadas.

 

Muy posiblemente, y dependiendo del avance de la ciencia en un momento dado, esas hipótesis, teorías y leyes tengan un alcance limitado, y las mismas puedan ser cuestionadas en el futuro. Sin embargo, para nadie es un secreto que luego de ser probadas, se amplía nuestra mirada del mundo en ese momento.  Todos entendemos el cambio que ha habido desde la concepción de la teoría de la mecánica clásica enunciada por Isaac Newton en los años 1700, y la diferencia de comprensión de la realidad luego de entenderse los conceptos de la teoría de la relatividad y de la mecánica cuántica, a principios de 1900.  Hasta ahora sabemos que esa teoría es la mejor explicación de la realidad física que tenemos. Pero no podemos descartar que una mejor explicación aparezca en algún futuro próximo.  Y cuando eso sea así, no habrá problema en entender el significado de dicho cambio, y ampliar nuestra concepción de dicha realidad fisica.

 

Para finalizar, es probable que muchas situaciones en nuestra vida, que nos cuesta entender, sean resultado de juicios o creencias limitantes que hemos aprendido y que no hemos logrado cambiar. ¿Cómo podemos cambiarlos? ¿Cómo podemos aprender nuevas habilidades? ¿Cómo podemos convertirnos en aquello que queremos?

 


En mi experiencia, cuando tenemos una conversación con alguien, que maneja los conceptos que he descrito aquí, tenemos la posibilidad de ampliar nuestra mirada y de descubrir nuevas soluciones que posiblemente no habíamos siquiera pensado. Te invito a descubrir un mundo nuevo detrás de esos juicios que limitan tus decisiones. Te sorprenderás con el mundo de oportunidades que se abre ante tus ojos, y lo más importante, como tu zona de confort se abre para incluir todas aquellas cosas que antes creías que eran imposibles.

 

Te invito a atreverte.  Ponte en acción. La única manera de salir de donde estas es moviéndote, ampliando tu mirada y buscando de alcanzar tus sueños.  Contáctame, con gusto conversaremos de todas tus posibilidades de crecimiento.

 

CONTACTO:

 

Si algo de lo que comenté te hizo sentido, y crees que puedo ayudarte, contáctame por cyber.media.integral@gmail.com.

 

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